Néstor Pinta, una figura prominente en el mundo del canotaje, fue sentenciado a 4 años y 6 meses de prisión por el Tribunal Penal 3 de Bahía Blanca. El cargo fue por encubrimiento de los abusos sexuales perpetrados por su padre en el contexto de su escuela deportiva.
La denuncia, presentada en 2020 por Victoria Carrión, marcó un hito en la lucha contra el abuso en el deporte de alto rendimiento. Carrión relató los abusos sufridos entre los 14 y 15 años en la casa de los padres de Néstor Pinta, después de los entrenamientos en el río, en un ambiente donde el palista era una figura idolatrada.
El tribunal determinó que Pinta no solo conocía los abusos de su padre, Aldo Pinta, sino que también desempeñaba un papel activo en la captación de víctimas. Aunque Aldo Pinta se suicidó en 2020, la querella logró llevar a juicio a su hijo, acusándolo de partícipe necesario.
La abogada querellante enfatizó la importancia del fallo condenatorio para las víctimas, considerándolo un proceso reparador. Victoria Carrión tuvo un rol fundamental en el juicio, enfrentando incluso la decisión inicial de la fiscalía de no elevar la causa a juicio. Tras dos años de apelaciones y presentación de nuevas pruebas, la querella logró revocar esa decisión y avanzar con la imputación.