La gran inundación de Viedma: 126 años de una tragedia que cambió la historia

El 21 de julio de 1899, una histórica crecida del río Negro provocó la inundación total de Viedma, obligando al traslado provisorio de la capital del Territorio Nacional de Río Negro y dejando una huella profunda en la identidad de la ciudad.

Hace 126 años, Viedma vivió la peor catástrofe natural de su historia. El 21 de julio de 1899, una crecida abrupta del río Negro, tras semanas de intensas lluvias en la cuenca del Limay, rompió los terraplenes construidos como defensa y arrasó la ciudad. El agua ingresó con fuerza desde el sur y, en apenas unas horas, alcanzó techos, anegó calles, destruyó viviendas y dejó inutilizables edificios clave del Estado.

Según los registros históricos, el gobernador del entonces Territorio Nacional, José Eugenio Tello, había ordenado levantar defensas sobre la costa, pero el avance del agua fue imparable. A las 8 de la mañana del 21 de julio, los terraplenes cedieron completamente. Viedma quedó bajo el agua.

La laguna El Juncal, ubicada detrás del casco urbano, agravó la situación. Su desborde contribuyó al anegamiento general y dificultó aún más las tareas de evacuación. La Casa de Gobierno fue abandonada en botes. Los presos de la cárcel fueron trasladados a Patagones. Gran parte de la población fue evacuada a zonas altas o al otro lado del río.

Para el 25 de julio, solo una construcción permanecía en pie: el edificio del Colegio de los Salesianos, hoy parte de la Manzana Histórica.

Tras el desastre, la capital fue trasladada temporalmente a Choele Choel y muchos creyeron que Viedma no volvería a recuperarse. Sin embargo, con el paso de los años, la ciudad fue reconstruida. Uno de los desafíos principales fue el secado de la laguna El Juncal, que recién se logró en la década del 30, a partir de obras de canalización y la creación de parcelas productivas por parte del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI).

A diez años de la tragedia, se inauguró el edificio municipal actual y más tarde se fundó la primera Escuela Normal Mixta de la Patagonia, marcando el inicio de una nueva etapa en la vida institucional de la ciudad.

Hoy, Viedma recuerda aquella inundación no solo como una tragedia, sino también como el punto de partida de una reconstrucción que definió su presente. La historia sigue viva en documentos, testimonios y relatos que atraviesan generaciones. Una historia que, 126 años después, aún tiene mucho que contar.

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