El juicio por la muerte de Solange Musse, oriunda de Neuquén y fallecida durante la pandemia de COVID-19 en Córdoba, concluyó con un resultado que generó la indignación de su padre, Pablo Musse. Tras esperar cinco años para que la causa fuera elevada, Musse expresó tener un «sabor amargo» luego de que los dos únicos imputados quedaran absueltos.
La absolución de los exfuncionarios del COE en el caso de Solange Musse reavivó el dolor y la indignación de su familia, quines habían anunciado su intención de apelar el fallo. El veredicto, dictado por la Cámara Primera del Crimen de Río Cuarto mediante un jurado popular, eximió de responsabilidad a Eduardo Andrada, exdirector del Hospital de Huinca Renancó, y a la asistente social Analía Morales, quienes estaban acusados de abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público.
Pablo Musse no ocultó su frustración con el proceso judicial. “Después de cinco años, haber llevado solamente a dos imputados, la verdad una vergüenza”, declaró. Musse indicó que tanto él como parte de la sociedad esperaban una respuesta diferente, ya que muchísimos casos pasaron por la misma situación que vivió su hija, aunque no se hayan hecho conocidos.