La decisión del gobierno nacional de integrar el Instituto Nacional del Cáncer (INC) al Ministerio de Salud ha encendido las alarmas en las provincias, especialmente en Río Negro. Las autoridades sanitarias rionegrinas advierten que esta «transformación institucional» no es solo una reorganización administrativa; la consideran un «retroceso en los derechos a la salud con implicaciones éticas insalvables que afectan e impactan en la calidad de vida de las personas y de toda su comunidad».
Preocupación en Río Negro por el Impacto en el Control del Cáncer
Según las autoridades sanitarias del Programa Provincial de Control de Cáncer y Cuidados Paliativos de Río Negro, la absorción del INC y la interrupción de sus funciones específicas «genera consecuencias directas sobre la política provincial de Control de Cáncer».
Además, la provincia se enfrenta a la falta de insumos esenciales como morfina y metadona, lo que la obliga a asumir su compra. Esto representa una «mayor carga presupuestaria y complejidad administrativa» para Río Negro.
Pérdida de Soporte y Financiamiento Nacional
El Ministerio de Salud de Río Negro ha señalado que esta transformación del organismo nacional impacta directamente en la provincia. Se ha perdido el soporte nacional y el financiamiento directo para programas clave. Esto incluye:
- La interrupción de la provisión nacional de Test de Sangre Oculta en materia fecal, una estrategia fundamental para la detección precoz del Cáncer Colorrectal.
- La discontinuación de la estrategia de testeo de VPH como método para la detección precoz del Cáncer Cervicouterino.
- La suspensión del Programa Prao, que proveía opioides esenciales de producción pública con distribución gratuita, trazada y de alcance federal, vital para el Programa Nacional de Cuidados Paliativos.
NOTA en #LU19 a María de los Ángeles Coller, Coordinación de Control de Cáncer y Cuidados Paliativos.
