Según el último informe del SPLIF, las temperaturas han aumentado levemente y la humedad ha descendido al 35%, lo que podría generar condiciones más secas en la zona afectada. Además, se prevé un incremento de los vientos, con ráfagas de hasta 40 km/h, lo que podría influir en la actividad del fuego en algunos puntos específicos.
Además, el Comité de Emergencia Municipal (COEM), recuerda que no deben removerse escombros hasta que estén completamente fríos para prevenir la reactivación del fuego. El operativo continuará hasta que la zona pueda ser declarada completamente controlada.