El hombre no está preparado para estimar distancia de forma precisa solamente con la observación visual. Y hasta se empeora esa estimación, si se tiene en cuenta que circula en un vehículo en movimiento.
Por eso, una forma mucho más certera para calcular la distancia de seguimiento necesaria es utilizar el método de los (5) segundos (referencia fija).
Este método puede aplicarse en todo tipo de vías, aunque su beneficio se encuentra más en autovía, autopistas o rutas.
Cuando un vehículo circula detrás de otro y su sector trasero pasa cercano a un punto de referencia elegido, puede ser un cartel, un puente o un poste de iluminación, se debe comenzar a contar desde 1001 hasta 1105, (Se utiliza esta cifra porque al pronunciarla se demora 1 segundo) Al llegar al número 1105, deberíamos estar pasando por el punto de referencia elegido.
¿Qué ganamos?
Las ventajas son varias. En la ciudad, mantener una separación adecuada con el vehículo de adelante, nos permite evitar los pozos que se encuentran en la vía o en una alcantarilla mal tapada. Si transitamos muy cerca de un camión o un colectivo podemos cruzar semáforos en rojo sin siquiera realizar ningún tipo de maniobra para evitarlo.
Por último, al detenernos por detrás del vehículo que nos precede, por ejemplo, en una esquina, debemos mantener una distancia que en caso de que se desplace hacia atrás obtenga una falla mecánica no nos golpee o podamos evitarlo por el costado libre.
En la ruta este método permite que al desplazarnos detrás de un auto tengamos una visión óptima sobre el carril contrario y así poder realizar maniobras de adelantamiento seguras.
Los 5 segundos permiten crear un espacio extra para acelerar, cuando el beneficio de estar menos tiempo invadiendo el carril contrario. Este efecto se lo conoce como “rampa de aceleración”.
Además de observar mejor el carril contrario, se mejora la visual sobre la propia banquina de nuestro vehículo. De esta manera, evitamos vernos sorprendidos por acciones de otros conductores al ingresar a la vía.
En la autovía o autopista, mantener la distancia de seguimiento con el vehículo de adelante permite que, en caso de que su conductor frene de forma brusca o sorpresiva, podemos detenernos sin colisionar.
Además, se suma como beneficio el hecho de que podamos controlar nuestra frenada para no ser impactado por quienes transitan detrás.
LA EXCEPCIÓN A LA REGLA
Cuando quedamos involucrado en una congestión no es posible mantener los 5 segundos de distancia con el vehículo que nos precede. Entonces, recomiendo mirar 2 o 3 segundos por delante del nuestro para poder anticiparnos a la situación de riesgo y realizar una maniobra defensiva. En caso de que el segundo o tercer vehículo por delante comience a frenar, nosotros debemos hacerlo también.
Al detenernos detrás de un auto o camioneta en la ciudad, también es necesario mantener una distancia prudencial. Es posible que en una calle con pendiente, estos vehículos se nos aproximen porque su conductor no aprieta el pedal de freno o que el mismo conductor le falle mecánicamente su vehículo. Sí en esos casos nos encontramos muy cerca, no podremos evitar un golpe con su sector trasero o salir hacia el costado libre para esquivarlo.
AL MAL CLIMA….
Este sistema de medición de la distancia funciona con o sin presencia de la lluvia. No obstante, es necesario proponer un cambio más aún cuando la situación climática no es óptima.
Al llover hay dos factores importantes en la conducción que, lamentablemente disminuyen. Uno es la visión, y el otro es la adherencia. Ambas condiciones hacen que se deban tomar medidas adicionales de seguridad.
A los 5 segundos de distancia que tengo con quien me precede, se le deben sumar 2 segundos más. En total 7 segundos.
5 SEGUNDOS EQUIVALEN A…
Transitando en un vehículo cualquiera una velocidad de 40 km/h, 5 segundos de distancia equivalen a un poco más de 50 metros.
En el caso de estar transitando en una ruta, la velocidad máxima permitida (si no hay cartelería que indique lo contrario) es de 110 km/h, por lo que la distancia de 5 segundos es similar a dejar 150 metros.
Vale la pena recordar que una persona debe discernir un evento para que su cerebro reaccione ante ese estímulo Recién en este punto empieza la suma de tiempos de reacción.
A este primer tiempo debemos sumarle el lapso que tardamos en enviar una señal a los músculos para que el pie derecho salga del acelerador y caiga encima del pedal de freno. Luego, se ejerce la presión sobre éste y para finalizar, el tiempo que se necesita el vehículo para comenzar a frenar.
Es probable que en todo lo anterior, una persona promedio en una ruta demore aproximadamente 3 segundos.
Si guardamos 5 segundos con el vehículo que nos precedía y éste comienza a frenar bruscamente, sólo nos quedarán 2 segundos de distancia o un poco más. En una ruta, circulando a la máxima velocidad posible a la cual se pueda transitar, esto implica una distancia de 60 metros para no chocar con el vehículo de adelante.
LOS VIVOS DE SIEMPRE….
Al sugerir esta técnica de manejo defensivo, muchos conductores manifiestan que son adelantados por otros que aprovechan su pulmón de espacio para continuar su recorrido a más velocidad. Y así, todo tiene un costo. Aunque debemos poner en la balanza que nos referimos a evitar colisiones propias y hasta ajenas, en definitiva, cuidarnos a nosotros y a los otros. Y como estamos hablando de seguridad con este nuevo intruso hay que volver a contar hasta 5.
Este profesional es integrante de –CIFTT (Centro de Investigación Forense y Tecnología del Tránsito) – siendo mi intención a través de estos artículos, promover los comportamientos seguros en las calles y rutas de la provincia y la nación.