El Tribunal de Impugnación de Río Negro ratificó las condenas contra cuatro miembros del Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER) por la muerte de Gabriel Mandagaray, ocurrida durante un curso de capacitación en abril de 2021.
Esta decisión se produce después de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) anulara las condenas iniciales y ordenara una nueva revisión, esta vez por un tribunal diferente, para analizar a fondo las responsabilidades individuales.
Condiciones extremas y negligencia
El nuevo fallo del Tribunal de Impugnación confirmó la responsabilidad penal de los acusados, argumentando que las condiciones inhumanas a las que se sometió al joven aspirante, sumadas a la negligencia e imprudencia de sus superiores, fueron determinantes en su trágico final.
Detalles de las condenas:
- Maximiliano Vitali Méndez, Alejandro Gabriel Gattoni y Alfredo Roberto Nahuelcheo: Condenados por abuso de autoridad y homicidio culposo. Sus recursos de impugnación fueron rechazados.
- Marcelo Ariel Contreras: Su pena fue reducida a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación especial para funciones policiales.
“Estamos aprendiendo a vivir de nuevo”, señaló Antonio Mandagaray a #LU19, padre de Gabriel Mandagaray.
Hechos probados:
La investigación judicial demostró que la muerte de Mandagaray no fue un accidente, sino el resultado de decisiones y conductas irresponsables por parte de los instructores y el coordinador del curso.
- El cadete se encontraba visiblemente agotado y desesperado durante el ejercicio final, tragando agua y hundiéndose.
- La asistencia tardó en llegar, a pesar de los pedidos de auxilio de sus compañeros.
- El ingreso al mar sin medidas de seguridad adecuadas representó un riesgo innecesario.
- El coordinador del curso cambió el lugar de entrenamiento sin autorización, creando un contexto más peligroso.
- Los instructores participaron en actos de humillación contra los aspirantes.
Responsabilidad de los acusados:
El tribunal determinó que los acusados eran conscientes de las condiciones extremas del entrenamiento y que la muerte de Mandagaray era previsible y evitable. Se destacó la cadena de decisiones erróneas que contribuyeron al fatal desenlace.
NOTA en #LU19 a Antonio Mandagaray a #LU19, padre de Gabriel Mandagaray.