«La Seguridad Vial en el Transporte de Turismo»

¿Qué entendemos por seguridad turística, de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo? En este artículo te lo cuento.

La seguridad ha sido siempre una de las pautas principales estadísticamente dominantes de valoración del hombre en la elección de un destino y esta adquiere mayor valor a medida que más se aleja de su lugar de residencia habitual. Entendemos por seguridad turística, de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (2001), a “la protección de la vida, de la salud, de la integridad física, psicológica y económica de los visitantes, prestadores de servicios y miembros de las comunidades receptoras”.

De los factores que actúan negativamente en la actividad turística se destaca en primer lugar el factor humano, ya que por ignorancia, descuido, alteraciones psicológicas o negligencia se producen muchas situaciones de riesgo, así como accidentes y muertes. Encontramos diversas conductas en los distintos actores en la vía pública. En primer lugar, tenemos el conductor de vehículos que ha desarrollado lo que podemos llamar el «culto a la trasgresión» con acciones que van desde la violación permanente de las normas de tránsito más elementales — excesos de velocidad, violaciones a la luz roja, maniobras bruscas e imprevistas, falta de respeto a la señalizaciones viales, la falta de uso de las luces de giro en los cambios de carril, entre otros — hasta las más graves — manejar alcoholizado o drogado —, lo cual conforma un conjunto de malos hábitos y errores que afectan el desplazamiento por las vías de comunicación. Existe también lo que llamamos “vicios de conducta”, un pensamiento inconsciente que parte de un principio que supone que los accidentes le pasarán a otro y no a uno. Es así como se traslada a los niños en el asiento delantero del vehículo o no se utiliza casco al manejar motocicletas, porque afecta su estética personal.

Se observan también actos de negligencia. Una actitud negligente es, por ejemplo, manejar con ojotas o sandalias, ya que para los expertos en Seguridad Vial cualquier tipo de calzado abierto, puede hacer que el conductor pierda el contacto ideal con los pedales, lo que generaría maniobras bruscas y, por ende, peligrosas. Asimismo, los especialistas recomiendan no manejar descalzo, ya que los pies no tienen buena adherencia a los pedales. Otro punto importante son las distracciones en la conducción. La Organización Mundial de la Salud (OMS), identifica y clasifica cuatro tipos de ellas: visuales, como apartar la vista del camino; cognitivas, como reflexionar sobre un tema de conversación del que se esté hablando por teléfono o estar absorto por una preocupación; físicas, como cuando un conductor sujeta o manipula un aparato, en lugar de tener las dos manos al volante; y auditivas, como responder un celular. En una llamada telefónica, esas cuatro distracciones ocurren en simultáneo, lo que implica un alto riesgo para la conducción. Desde el Centro de experimentación y seguridad vial (CESVI), coincidieron en que las nuevas aplicaciones en los celulares «producen lo que se conoce como «ceguera atencional», ya que la persona se sobresatura de estímulos producto de la búsqueda virtual sobre un escenario real, y deja de percibir situaciones evidentes que podrían ocasionarle un riesgo. Por ejemplo, un peatón que observa su celular durante 10 segundos camina unos 20 metros sin prestar atención a su entorno» Finalmente, una reflexión en general de este profesional sobre la seguridad en el trasporte del turismo.  Hoy mientras que las miradas solo están puestas sobre la guerra de las aplicaciones “Taxis vs Uber”, en cuanto a los controles de colectivos y combis destinados exclusivamente al servicio turístico, solo se les exige que pasen un control estático, donde se los inclina 28 grados y no tienen que volcar. Pero otras cosas son los controles dinámicos, como un volanteo o viento intenso, que pueden desestabilizar al micro. Ni hablemos del ancho de los caminos de montañas y sumadas a las inclemencias del clima. El tema es que tomar más precauciones técnicas cuestan más dinero que los empresarios no quieren desembolsar, mientras que en los Estados Unidos están prohibidos los colectivos en circuitos de montaña, y en Europa se destinan a servicios turísticos en recorridos cortos entre ciudades, mientras que en Latinoamérica son escasos por no decir que directamente NO hay controles. Si bien estas cuestiones no representan una solución al problema de fondo, por lo menos son recaudos que se pueden tomar para la prevención de más accidentes turísticos.

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