Finalizó el juicio de la causa Fuentealba II y se hizo justicia. La cúpula policial del ex gobernador Jorge Sobisch fue declarada responsable de la represión ocurrida hace 16 años. El Tribunal, por unanimidad, declaró responsables del delito de abuso de autoridad a Carlos Zalazar, Moisés Soto, Alfredo Soto, Jorge Garrido y Mario Rinzafri. Ellos encabezaron la represión del 4 de abril de 2007 en inmediaciones de Arroyito, operativo que culminó con el fusilamiento del docente Carlos Fuentealba.
En el juicio, uno de los testigos claves fue Edgardo Pino, comunicador y periodista de #Canal10 quien diariamente recorre Cipolletti y Neuquén para llevarle a toda la comunidad del Alto Valle información confiable y verdadera ? En el 2007, era movilero en la radio #LU19 y una de la coberturas que realizó fue justamente el reclamo de los docentes en Arroyito. Este mediodía diálogo con #Noticias10, donde relató como fueron los hechos y los momentos en el juicio.
«Fui testigo del hecho en sí, incluso cuando a Carlos Fuentealba lo sacan de ese Fiat. Llegué minutos después que ya lo habían sacado sus propios compañeros, estaban tratando de reanimarlo. Él obviamente, Carlos Fuentealba, bañado en un charco de sangre. Un momento muy duro que nos toca describir desde el punto de vista periodístico», relata Pino.
Tanto en la causa Fuentealba I como en esta segunda instancia, fueron llamados algunos periodistas, a declarar y ser parte de este juicio como testigos.
«Esta segunda instancia tardó 16 años para que se pudiera llevar adelante. Anteriormente había sido ya condenado Darío Poblete, quien cumple condena perpetua y tiene algunas salidas o algunos beneficios».
«FUI TESTIGO DEL HECHO EN SÍ, INCLUSO CUANDO A CARLOS FUENTEALBA LO SACAN DE ESE FIAT”, SEÑALA PINO.
En esta segunda instancia,«Tuvimos que relatar un poco lo ocurrido ese triste día. Porque realmente nadie espera, primero, que los maestros estén en la ruta y menos que maten a un docente de la manera que lo hicieron», afirma Edgardo.
El periodista destaca los sentimientos que aparecen al tener que repasar los hechos «estar allí en el banquillo realmente florecen muchos recuerdos, muchas emociones y no es fácil muchas veces estar ahí sentado pero creo que era tambien parte de un acto de justicia». Agregó además que «de alguna u otra manera tratamos de llevar claridad y por qué no, esclarecer un poco este hecho».
«Creo que a los que estuvimos allí trabajando hizo como una bisagra, no? en lo que significa el trabajo en la calle, por ahi uno tampoco mide riesgos ni nada parecido y después te das cuenta de la importancia del rol del cronista, en este caso el movilero que era yo en ese momento», reflexiona Pino.
«Cuando ocurrió el hecho en sí sobre la ruta 22, allí cerca de Arroyito y yo transmitiendo en vivo para #LU19, uno jamás se imagina quien está escuchando. Y recuerdo que una semana después cuando Sandra Rodríguez hace su primera conferencia de prensa, termina la conferencia, me llama a un lado, me saluda, me pregunta si yo era Edgardo Pino», reuerda.
«Sandra Rodríguez era la primera vez que hablaba y me dice que ella había estado escuchando el relato y que prácticamente los últimos minutos de vida de quien fuera Carlos Fuentealba los escuchó a través del relato mío. Estar allí, de preguntarle a sus compañeros también docentes, maestros y maestras, quien era la persona que estaba tirada en el asfalto, a la cual intentaban salvar la vida, algo que lamentablemente nunca pudo pasar», relata Edgardo.
Reflexiona además que «uno no se imagina, en el momento ese que está relatando, describiendo lo que ve y llegar a ese punto. En general creo que fue un acto de justicia lo que ocurrió en esta segunda instancia».
«UNO TAMPOCO MIDE RIESGOS NI NADA PARECIDO Y DESPUÉS TE DAS CUENTA DE LA IMPORTANCIA DEL ROL DEL CRONISTA, EN ESTE CASO EL MOVILERO QUE ERA YO EN ESE MOMENTO», REFLEXIONA PINO.
Consultado sobre si aún quedan deudas pendientes, Piño señaló que «queda una deuda pendiente, recordemos que el ex gobernador Jorge Sobisch también fue citado a esta causa como testigo, algo que fue rechazado también por la cúpula de ATEN y al cual apuntan como autor intelectual político».
Los hechos que terminan con la muerte de Fuentealba
El 4 de abril de 2007, después de varios días sin obtener respuesta por parte del Gobierno Provincial, los Docentes deciden en asamblea cortar la Ruta Nacional 22 (a la altura de Arroyito). En respuesta al corte, Jorge Sobisch, gobernador por esos años, da la orden a la policía de la Provincia de impedir que los manifestantes corten la ruta.
La represión fue inminente. Los efectivos arrojaron gases lacrimógenos y balas de goma, acompañados también por un carro hidrante. Los Docentes se retiraron en grupo, a pie y en autos, hacia la ciudad de Senillosa, escoltados por camionetas policiales. Hasta que la policia se adelantan a la caravana y reanudan el uso de la fuerza.
En ese momento el Cabo José Darío Poblete dispara, a unos dos metros de distancia, una granada de gas lacrimógeno hacía el Fiat 147. Allí, en el asiento trasero, viajaba Carlos Fuentealba. El proyectil atraviesa el vidrio del auto e impacta en la nuca de Fuentealba, causándole un hundimiento de cráneo.
A Fuentealba lo sometieron a dos operaciones y finalmente murió al día siguiente. El día que murió tenía 40 años y dos hijas de 10 y 14 años. Desde entonces, Sandra Rodríguez de Fuentealba, con el apoyo incondicional del gremio ATEN, inició el reclamo por el juicio y castigo a los responsables del asesinato.


Pasaron 16 años para que comience a hacerse justicia.
Pueden encontrar más notas ESPECIALES en #Diario10 siguiendo ESTE ENLACE