Cosas de Aves: silbidos, coros y un mix de estilos

A pocos días de su última presentación del año, en Qué Está Sonando hablamos con Cosas de Aves, una banda con un sonido único y personal.

Foto: Claudio Martínez / Diario 10

Una mañana de sol, el perfume de la chacra, un contrabajo descansando en la sombra, una pava sobre el césped, una pelota de fútbol volando por el patio y el sonido de los pájaros decorando el ambiente. Roberto, Eduardo y Julián se ubican cada uno con su instrumento y musicalizan la escena. Los silbidos, coros y melodías se fusionan con el paisaje. Hoy suena Cosas de Aves.

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La banda nació en Fiske Menuco en 2020, en el medio del aislamiento por Covid-19. Conformado por Eduardo Ulloa en guitarra y voz, Julián Cabaza en batería y Roberto Cuevas en contrabajo; el trío surgió como una especie de bandada de pájaros de distintas especies. En su música fusionan varios géneros como el candombe, rock, bolero, bossa nova y jazz, formando así un sonido muy personal y característico, como el canto de las aves.

«Musicalmente podríamos definirlo como un Frankenstein bonito, maquillado, con rouge, rubor y lápiz de labios», dice Edu con la confidencialidad de sus compañeros. «Cuando vas a tocar a un lugar lo primero que te preguntan es ‘¿ustedes qué hacen? ¿qué género?’ y es como medio inexplicable«, agrega Roberto y se ríe. «Siempre decimos que la banda tiene un tinte a madera», finaliza Julián.

«Siempre vamos con los instrumentos detrás de la poesía. Le damos mucha importancia a las letras y el mensaje de las canciones, entones cada uno tiene su lugar pero no somos una banda arrolladora, digamos, con los instrumentos sino que vamos tocando según lo que dice la letra«, explica el baterista.

 «¿Sabés? Esta lluvia es peligrosa, es mejor no andar corriendo» dice la letra de Rompecabezas, la canción con la que inicia Vuelo I, su primer disco. Se trata de una obra compuesta por ocho canciones, siete de ellas originales y un cover de Virgilio Expósito.

Vuelo I, un vuelo calmo y ameno pero con ciertos instantes de turbulencia, abre paso a lo que será un camino de varios vuelos distintos que reflejarán las infinitas facetas de la banda. Este primer material, grabado en solo 6 horas pero gestionado durante meses, fue el resultado de un trabajo autogestivo hecho a pulmón y corazón. «Sacamos fechas y con el dinero que hicimos pagamos las horas de grabación», comenta Julián sobre la experiencia.

«Fueron cuatro horas para grabar el disco y tardamos otras dos horas porque invitamos a un percusionista. Fue increíble. Yo ya había estado en otros procesos de grabación y se tardaban semanas. Esta vez fuimos a probar un lunes y el martes grabamos todo. Y salió, está respetable», recuerda Roberto entre risas. «Se deja escuchar», agrega Eduardo sobre el disco que está disponible en Youtube y Spotify.

Entre sus referentes pueden mencionar a varios artistas como Silvio Rodríguez y Charly García, pero sostienen que la inspiración sale de la gente que los rodea en la cotidianidad. «Mucha de la gente que fui conociendo me influenció más que cualquier músico famoso», dice Eduardo, que encontró inspiración en amigos, conocidos y militando en La Plata.

«muchas veces Hay más música en el día a día con la gente que te cruzas, que ves en la calle, que en los discos que escuchás», agrega Julián.

Foto: Mariano Srur

Cargada de poesía, sonidos que remiten a la naturaleza y mística del Alto Valle, y una energía que contagia al público, Cosas de Aves cerrará un gran año este fin de semana, el sábado 10, en un bar de la ciudad.

«Así como muchas bandas ensayan, ensayan y ensayan para que el show sea algo bien puesto, nosotros nos hemos propuesto que cada presentación sea lo más parecido a un ensayo y tenga esa intimidad. De hecho, nos ubicamos siempre en ronda, lo que nos da la posibilidad de vernos entre nosotros, reírnos y entendernos, que es lo más parecido a un ensayo que puede haber», explica Eduardo sobre cómo enfrentar las presentaciones en vivo, para marcar una cercanía y confidencialidad con el mismo público.

«Mirá, me acabo de dar cuenta. Me trajeron engañado, no estaba en el contrato, ¿así que cada vez que tocamos ensayamos?», dice Roberto y explotan las carcajadas.

Foto: Mariano Srur

La cita tendrá lugar a las 21:00 horas en Egipcio Bar, ubicado en España 1962, en General Roca. La entrada tiene un valor de $700 y pueden comprarse contactando a la banda a través de su cuenta de Instagram.

«Es un año que la hemos pasado muy lindo, tocamos en muchos lugares siendo una banda muy nueva, y es un cierre de año para festejar todo lo bueno que vivimos: grabamos un disco, nos conocimos mucho y viajamos un montón. Vamos a tocar todas las canciones que tenemos, tanto las versiones como las canciones propias, y va a tocar Eve (Nievas) el clarinete. Estaría genial que vaya gente y que podamos compartir esto, el cara a cara«, finaliza Julián.

La mañana se hace mediodía, el mate se enfrió y los pájaros siguen decorando el ambiente. Allí, ellos ensayan y se preparan para el cierre de un año que los conformó finalmente como una de las grandes bandas de la zona. Ahora el vuelo, en libertad, tomará caminos que todavía son inciertos para nosotros, quienes esperaremos ansiosos las nuevas creaciones del grupo.

 

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Nota realizada junto a Claudio Martínez en cámara y Horacio López en edición audiovisual.

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