A veces te apareces
vestida de nostalgia y melancolía,
otras, de corazones rotos.
Pero siempre con un brillo de esperanza.
Tratando de tocar la piel enamorada
que estremece el alma.
Testigo de grandes tormentas y desengaños,
y de amores en desgano.
Guardas grandes secretos de amores prohibidos.
Sé que por momento te sientes sola y abandonada,
y en el mar, tapada.
Añoras a los amantes que te olvidaron…
Pero te sigo buscando, como cada noche.
Hasta creo verte en mis sueños sonriéndome.
Siempre tu luz será mi amparo.
Por: Marta Gaviña