Arundhati Roy, literatura, activismo social y antiglobalización

Esta notable escritora, arquitecta, actriz, guionista y activista política originaria de la India, inició la redacción de sus ensayos hace dos décadas, después de haber irrumpido en la escena internacional por medio de la ficción que la hizo merecedora del prestigioso Premio Booker en 1997. Ampliamente conocida en el terreno de los derechos humanos y de los movimientos antiglobalización, es muy cuestionada por los factores de poder de su país pero a la vez muy reconocida por su actividad a nivel internacional, lo que le posibilitó recibir el Premio Sídney de la Paz precisamente por su contribución al pacifismo. Su carrera literaria es una combinación de brillantes ficciones y filosos ensayos políticos.

El comienzo

Suzanna Arundhati Roy nació en Shillong, estado de Meghalaya, India, hija de Rajib Roy, un hindú bengalí de Calcuta, gerente de una plantación de té, y Mary Roy, activista por los derechos de las mujeres de la comunidad cristiana siríaca en la provincia de Kerala, conocida por presentar con éxito una demanda por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres en el acceso a la herencia.

Lalith y Arundhati junto a su madre, Mary

Cuando cumplió dos años sus padres se divorciaron, y su madre, con ella y su hermano Lalith, un año y medio más grande, se mudó a una propiedad de su abuelo materno en Ooty, en el vecino estado de Tamil Nadu, para regresar tres años más tarde a Ayemenem, en Kerala, donde Arundhati comenzó a estudiar en un colegio del Rotary Club local.

Posteriormente asistió a un internado de monjas, la Escuela Corpus Christi en Kottayam; luego a la Escuela Lawrence, en Lovedale, fundada a mediados del siglo XIX por un oficial del ejército británico para los hijos de los soldados, y a los 16 años fue a estudiar en Nueva Delhi a la Facultad de Planificación y Arquitectura, en la que se graduó con la tesis Urban Postcolonial Development in Delhi (Desarrollo Urbano Postcolonial en Delhi).

Laurie Baker en acción

Allí conoció al arquitecto de origen británico nacionalizado indio Wilfred Laurence «Laurie» Baker, quien inspiró a Mahatma Gandhi para promover el renacimiento de las prácticas de construcción regionales y el uso de materiales locales. Además, compartió sus estudios con Gerard Da Cunha, con quien se casó en 1977. La pareja, habiendo vivido en un barrio pobre en Delhi, se mudó a Goa. En esta corta experiencia de vida hippie, Arundhati vendía dulces a los turistas. Después de cuatro años de matrimonio, se separaron y ella regresó a Delhi, donde consiguió un trabajo en el Instituto Nacional de Asuntos Urbanos.

En 1984, el director de cine independiente Pradip Krishen le ofreció un papel en la película Massey Sahib, basada en la novela Mister Johnson (1939) del escritor irlandés Joyce Cary.

Simultánea e inesperadamente, Arundhati ganó una beca de ocho meses para ir a Italia a estudiar la restauración de monumentos. En las cartas que escribió a Krishen desde Italia, le expresó su deseo de convertirse en escritora. A su regreso, ambos se casaron y colaboraron en una serie de televisión sobre el movimiento de independencia de la India, Bargad, y en dos películas: In which Annie gives it those ones (En el que Annie se lo da a aquellos-1989) y Electric Moon (Luna eléctrica-1992).

La primera película, en parte autobiográfica, está ambientada en los años 70 y cuenta en un tono alegre las historias de un grupo de estudiantes de arquitectura durante su último año en la Universidad (la película se rodó en parte en la Escuela de Planificación y Arquitectura en Delhi, donde Roy se graduó). Está considerada como una de las películas más reales sobre la vida de las universidades indias y tuvo como protagonista, además de Arundhati, a Shah Rukh Khan, la futura superestrella de Bollywood, el centro de la industria india de cine internacional. El filme ganó el premio al mejor guión en el 36º Festival Nacional de cine del gran país de Oriente y en los siguientes años se convertiría en un producto de culto.

Una escena de “Electric moon”

En cuanto a la segunda, Electric moon (1992), la idea tiene su origen en una película de 1984 del camarógrafo independiente Ashish Chandola, Cómo el rinoceronte regresó, en la que se tomó un acontecimiento trascendental en la historia de la vida silvestre de la India: la reintroducción de esos animales en el Parque Nacional Dudhwa, en Uttar Pradesh, desaparecido en 1878 por la depredación de los cazadores. Arundhati comentó que gracias al film se acercó a la realidad de los bosques y parques indios. Es una película tragicómica ambientada en un costoso albergue turístico en los bosques de la India Central, donde el gerente, un ex Maharajá, se deleita en empaquetar su cultura para el consumo de los turistas occidentales, evocando los estilos de vida de la India colonial.

Dos ediciones de una gran obra literaria

Desencantada con el mundo del cine, Roy más tarde experimentó con otros trabajos, incluido el de profesora de Aerobic, y se separó de Krishen. Una nueva carrera y una seguridad económica más estable la esperarían después del impresionante éxito de su novela El Dios de las cosas pequeñas, publicada en 1997 y luego traducida a más de cuarenta idiomas.

Es la historia de tres generaciones de una familia de la región de Kerala, en el sur de la India, que se desperdiga por el mundo y se reencuentra en su tierra natal. En realidad es una historia y a la vez muchas historias. La de la niña inglesa Sophie Moll que se ahogó en un río y cuya muerte accidental marcó para siempre las vidas de quienes se vieron implicados. La de dos gemelos -Estha y Rahel- que vivieron veintitrés años separados. La de Ammu, la madre de los gemelos, y sus furtivos amores adúlteros. La del hermano de Ammu, marxista educado en Oxford y divorciado de una inglesa. La de los abuelos, que en su juventud cultivaron la entomología y las pasiones prohibidas.

Es la historia de una familia en unos tiempos convulsos en los que todo puede cambiar en un día y en un país cuyas esencias parecen eternas.
Esta apasionante saga es un gozoso festín literario en el que se entremezclan el amor y la muerte, las pasiones que rompen tabúes y los deseos inalcanzables, la lucha por la justicia y el dolor causado por la pérdida de la inocencia, el peso del pasado y las aristas del presente.

Arundhati Roy ha sido comparada por esta novela prodigiosa con Gabriel García Márquez y con Salman Rushdie por sus destellos de realismo mágico y su exquisito pulso narrativo.

“El dios de las pequeñas cosas”. Arundhati Roy

La publicación del libro, al mismo tiempo que las celebraciones del 50° aniversario de la Independencia de la India, catapultaron a Roy a la escena literaria internacional. En el mismo año de su publicación, 1997, recibió el Premio Booker, el más prestigioso de habla inglesa. Seleccionado entre los libros del año por The New York Times, se convirtió en un éxito comercial y Arundhati Roy recibió medio millón de libras por adelantado.

Lanzado en mayo, a finales de junio ya se había se publicado en 18 países. En la India, el libro fue criticado por el Primer Ministro de Kerala, E.K. Nayanar, que atribuyó su éxito no a méritos literarios sino al «veneno anticomunista» contenido en sus páginas; también en Kerala, un abogado cristiano-sirio denunció a la escritora por obscenidad. Roy dejaría de ser considerada un ícono nacional en 1998, cuando el Partido Popular Indio, el Bharatiya Janata (BJP), en el gobierno desde ese año hasta 2004, decidió realizar pruebas nucleares subterráneas, ampliamente aprobadas por aquellos que se identifican con el nacionalismo hindú.

En un ensayo publicado en las revistas indias de interés general Outlook y Frontline y luego por la editorial Anagrama en castellano, titulado El Fin de la imaginación, advirtiendo sobre el tema, Arundhati escribía: «si hay una guerra nuclear, nuestros enemigos no serán China, Estados Unidos o alguien más. Nuestro enemigo será nuestro propio planeta. El cielo, el aire, la Tierra, el viento y el agua se volverán contra nosotros. Su ira será terrible». Fue uno de sus primeros escritos de compromiso político, al que le siguieron muchos otros, recogidos por la editorial Penguin Books en una serie de cinco volúmenes.

En 2002, la directora Aradhana Seth realizó una película con Arundhati Roy, DAM/AGE (Da/ño), centrada en los acontecimientos que en octubre de 2001 llevaron a la escritora a ser acusada de desacato por la Corte Suprema de la India, a raíz de su audaz y controvertida campaña contra el proyecto de la represa de Narmada, en la India, que desplazó de sus hogares a más de un millón de personas.

El filme muestra cómo Roy eligió usar su fama para hacer frente a los poderosos intereses apoyados por las corporaciones multinacionales y el gobierno indio. Para ella, la historia del Valle de Narmada no es solo la historia de la India moderna, sino de lo que está sucediendo en el mundo de hoy, según su expresión, «quién vale, quién no, qué importa, qué no, qué es un costo, qué no, qué es un daño colateral, qué no».

Las ediciones en castellano y neerlandés

A principios de 2007, comenzó a escribir una segunda novela. Anunciada por las editoriales Penguin India y Hamish Hamilton del Reino Unido, El Ministerio de la máxima felicidad se publicó finalmente en junio de 2017, veinte años después del lanzamiento de El Dios de las pequeñas cosas. La novela fue lanzada simultáneamente en Italia, Estados Unidos y el Reino Unido.

¿Cómo contar una historia hecha añicos? Convirtiéndose poco a poco en toda la gente. No. Convirtiéndose poco a poco en todo. El ministerio… es otra deslumbrante novela de Arundhati Roy. Embarca al lector en un viaje íntimo de muchos años por el subcontinente indio, de los barrios masificados de la Vieja Delhi y las carreteras de la ciudad nueva a los montes y valles de Cachemira y más allá, donde la guerra es la paz y la paz es la guerra.

Es una dolorosa historia de amor y una contundente protesta, una historia contada entre susurros, a gritos, con lágrimas carentes de sentimentalismo y a veces con una risa amarga. Cada uno de sus personajes es imborrable y está tiernamente retratado. Sus protagonistas son gente rota por el mundo en el que vive y luego rescatada, recompuesta por actos de amor y por la esperanza.

Arundhati Roy: «El ministerio de la máxima felicidad»

La historia de esta segunda novela de Roy empieza con Anyum desenrollando una raída alfombra persa en un cementerio al que llama hogar. Está la extraña e inolvidable Tilo y los hombres que la amaron, incluido Musa, novio y ex novio, amante y ex amante: sus destinos están tan entrelazados, lo estaban y estarán para siempre en sus brazos. Permite conocer también al casero de Tilo, un antiguo pretendiente, en la actualidad oficial de inteligencia destinado en Kabul. Y a las dos Miss Yebin: la primera es una niña que nace en Srinagar y es enterrada en el atestado Cementerio de los Mártires; a la segunda la encuentran a medianoche, abandonada en la calle.

Activismo político

Después de la publicación de El Dios de las pequeñas cosas en 1997, Arundhati Roy se dedicó principalmente al activismo político y a escribir artículos y ensayos sobre temas sociales. Es –inclusive actualmente- la portavoz del movimiento antiglobalización y una acérrima crítica del neoimperialismo y la política exterior de los Estados Unidos. También se opone a las políticas de su país sobre armas nucleares, así como a las de industrialización y crecimiento económico, que describió como «encriptadas con potencial genocida» en el ensayo Listening to grasshoppers (Escuchando a los saltamontes).

En otro sentido, en agosto de 2008, en una entrevista en el diario Times of India, Arundhati expresó su apoyo a la independencia de Cachemira de la India, después de que ese año se produjeran multitudinarias manifestaciones: el 18 de ese mismo mes, a raíz de la disputa por la cesión de tierras al templo de Amarnath, cerca de 500.000 separatistas se reunieron en Srinagar, Cachemira.

Entrevista a Arundhati Roy. Subtítulos en castellano

Satya Prakash Malaviya, miembro del Comité All India Congress, le pidió a Roy que retirara su declaración «irresponsable», creyendo que era «contraria a los hechos históricos»: «si hubiera transmitido su conocimiento de la historia sabría que el estado principesco de Cachemira se ha convertido en parte de la Unión de la India después de que su anterior gobernante, el Maharaja Hari Singh, firmara debidamente el instrumento de adhesión el 26 octubre de 1947”.

Según Roy, las manifestaciones eran una señal de que los cachemiros querían la separación de la India, no la unión con ella. Por sus afirmaciones fue criticada por el Congreso Nacional Indio y el Partido Bharatiya Janata. Y Cachemira, como resultado, se convirtió en parte de la India exactamente como todos los demás estados principescos.

En 2001, en un editorial del periódico británico The Guardian, titulado El álgebra de la justicia infinita –editado luego como ensayo por la editorial Anagrama-, Arundhati Roy respondió a la invasión a Afganistán, afirmando que fue una represalia por los ataques del 11 de septiembre: «el bombardeo de Afganistán no es una venganza para Nueva York y Washington. Es otro acto de terror contra los pueblos del mundo”. Y también destacó críticamente que los EE.UU. habían apoyado el movimiento talibán, que una vez en el poder fue implacable contra las mujeres, quitándoles todos los derechos. En su conclusión, Roy encuentra en el capitalismo el verdadero culpable: «en los Estados Unidos la industria armamentista, la industria petrolera, las principales redes de comunicación y, de hecho, la política exterior están controladas por los mismos grupos empresariales», y coloca los ataques al World Trade Center y Afganistán en el mismo nivel moral, el del terrorismo.

La elocuencia, el apasionamiento y la amplia visión de los ensayos políticos de Arundhati Roy han ampliado el universo de lectores sumándose a los que ya la conocían gracias a su justamente famosa novela El dios de las pequeñas cosas: ficción y activismo político se unen en esta apasionante personalidad. Este nuevo libro suyo del 2005, Retórica bélica, es una colección de ensayos y discursos en los que la escritora india hace hincapié en una serie de cuestiones de candente actualidad, que le interesan profundamente y que deberían interesar en igual medida a todos aquellos que desean que la democracia y la justicia lleguen hasta el último rincón de la tierra, y ven con preocupación el rumbo que están haciendo tomar al mundo ciertos poderosos organismos que parecen estar más allá de cualquier control por parte de la ciudadanía.

Arundhati Roy: “Fascismo, ficción y libertad en la época del virus”

La escalada nuclear en la que rivalizan la India y Pakistán, las aterradoras matanzas de musulmanes en el estado indio de Gujarat y las exigencias estadounidenses de una guerra cada vez más amplia contra el terrorismo, le sirven de telón de fondo para denunciar el creciente auge del militarismo y la violencia racial y religiosa en todo el mundo, así como para criticar las ideologías que hacen de una etnia el sinónimo de nación.

Utiliza también en sus ensayos los apasionantes acontecimientos históricos que precedieron y siguieron al ataque de los Estados Unidos y sus aliados contra Iraq, para deconstruir de manera sistemática los argumentos expuestos por el gobierno norteamericano para ir a la guerra. Expone con brillantez los profundos errores contenidos en sus tesis, así como la hipocresía y la falsa ideología ocultas tras la retórica propagandística que hizo creer al 42 % de los estadounidenses que Saddam Hussein era directamente responsable del atentado terrorista llevado a cabo el 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y que un país sitiado, bombardeado y hambriento como Iraq representaba una amenaza directa para la seguridad de los poderosos Estados Unidos de América.

Arundhati Roy y Noam Chomsky, notables escritores y activistas

En agosto de 2006, Roy, junto con el filósofo, politólogo y activista norteamericano Noam Chomsky, Howard Zinn – historiador social, ensayista y dramaturgo también estadounidense- y otras personalidades, firmaron una carta abierta publicada en al periódico inglés The Guardian llamando a la contienda en el Líbano un «crimen de guerra» y acusando a Israel de «terrorismo de estado».

En un editorial de abril de 2009 en el mismo medio británico, la escritora pidió al público internacional que prestara atención a lo que ella llamó «un posible genocidio del grupo étnico de los tamiles, por parte del gobierno en Sri Lanka», citando pruebas reunidas en los «campos de concentración» donde se concentraron dichos tamiles como parte de lo que ella describe como una «guerra descarada y abiertamente racista».

En 2014, Arundhati Roy fue mencionada en la lista de la revista Time como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo.

De 2019 es su última publicación, Mi corazón sedicioso, en la que –como de costumbre- investiga y denuncia a través de sus imprescindibles ensayos políticos. Este volumen de la escritora india reúne una amplia selección de sus mejores textos de carácter político y social. Aborda temas como la retórica belicista que justifica guerras; la política exterior de los imperios americano y soviético; la corrupción política; el cambio climático; el capitalismo depredador; el terrorismo; los desequilibrios sociales de la India, ese país que vive al mismo tiempo en varios siglos, anclado en el pasado y proyectado hacia el futuro; los conflictos territoriales entre la India y Pakistán; el poder de las élites, el control de la tierra y los indiscriminados desplazamientos de población para la construcción de grandes presas; los claroscuros de la figura de Gandhi; la deriva nacionalista en la India; la energía nuclear utilizada con fines bélicos; las grietas de la democracia y la represión de la disidencia.

Siempre polémica y brillante, Suzanna Arundhati Roy está próxima a cumplir 61 años, vive en Nueva Delhi pero comparte su tiempo con distintos auditorios del mundo mediante conferencias y presentaciones de libros y ensayos, que la han llevado a ser una de las máximas referentes mundiales en materia de activismo político y social.

 

Fuentes: lecturalia.com; kripkit.com; pijaoeditores.com; laopinioncoruna.com; bibliotecanacionaldigital.com.cl; lavaca.org; democracynow.org; semanariouniversidad.com; rebelion.org; viajeporindia.com; vientosur.info

 

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