El pasado fin de semana y tras 80 días de inactividad, el MX volvió a los entrenamientos
en el circuito Costa Brava de Villa Regina. Cada corredor tenía demarcado su sector individual y sólo podían asistir dos personas por equipo.
Con un riguroso protocolo sanitario a cumplir y excelente comportamiento de los amantes de las motos, se pudo disfrutar de un agradable espectáculo. En épocas de COVID-19, este fue un primer acercamiento luego de declarado el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Los motores volvieron a rugir, los pilotos ansiosos pero responsables a la hora de hacer respetar las condiciones impuestas. A la Isla 48 de Villa Regina, fueron llegando los corredores con sus máquinas. No se trataba de una competencia, sólo era un entrenamiento; aunque a estas alturas y después de tantos días eso ya no importa mucho.
Cabe destacar que la habilitación de este espacio es sólo para los vecinos de Villa Regina, previa inscripción. Era esencial el cumplimiento estricto de todos los protocolos sanitarios y policial.