Cada 4 de septiembre se conmemora en nuestro país el día del Inmigrante. La fecha se estableció mediante el Decreto Nº 21.430 del año 1949 y se eligió para recordar su llegada a nuestro país en recuerdo de la disposición dictada por el Primer Triunvirato en 1812.
El decreto de 1949, ofrecía “inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”. Esta fecha se recuerda tras casi dos siglos de constante inmigración reuniendo a distintas colectividades llegadas de todo el mundo.
«Gobernar es poblar”, sostuvo Juan Bautista Alberdi convencido de que debido a la gran extensión de nuestro país se necesitaban numerosos habitantes, que en su mayoría llegarían de Europa. Y entonces por la Ley de Inmigración y Colonización del año 1876 se crea el Departamento de Tierras y Colonias, que fue el encargado de controlar el asentamiento de los colonos y repartir los lotes de terreno.
Actualmente, tras casi dos siglos de constante inmigración conviven en armonía las más diversas colectividades. La inmigración está presente en nuestra historia casi desde los comienzos de nuestra conformación como Nación libre e independiente.