Miguel Fernández, es un vecino cipoleño que se hizo popularmente conocido como “Tarzán”. El pasado martes recibió una notificación de desalojo por parte de la Justicia. La medida se concretará en un plazo de cinco días.
La intimación fue enviada por el juez Diego de Vergilio y se relaciona con una causa impulsada por Mary Isabel Boronobeik.
Para el magistrado resulta inexplicable lo que está ocurriendo, por cuanto la familia Boronobeik fue, según sus palabras, la que le designó hace 15 años la tarea de cuidar el predio en que vive y está en polémica disputa. Como los dueños nunca le pagaron por su trabajo, considera que tiene créditos más que suficientes para quedarse, ya que le adeudan varios millones de pesos, más de lo que valen las tierras.
Según sus declaraciones, Fernández sostiene que si le pagan él no tiene problema en retirarse.
La Justicia, esta vez no le reclama por el total de la extensión en que reside. Al parecer, únicamente sería una fracción, en la que estaría incluida la casa en ruinas que hay en el lugar.
Miguel Fernández, fue conocido como el Tarzán cipoleño por vivir en la copa de dos sauces en un predio al norte del Distrito Vecinal Noreste y a pesar que la justicia siempre lo intimó para que se vaya, él siempre se negó.
“Tarzán” ha construido su casa entre dos sauces donde edifica “habitaciones” entre las ramas en las estaciones más cálidas, es decir, en primavera y verano.